domingo, 13 de octubre de 2013

Arbeiza en la Historia

La primera vez, que se tiene constancia, que aparece el nombre del pueblo o villa de Arbeiza, es en una carta testamentaria de Sancho Garcés III el Mayor, rey de Pamplona (que murió el 18 de octubre de 1035) a su hijo Ramiro I, rey de Aragón. En el mismo pergamino, Ramiro I le escribe a su hermano García Sánchez III, rey de Pamplona, apodado el de Nájera. Estos textos se escribieron entre los meses de enero y septiembre de 1035.
La traducción que aquí presentamos (que se aproxima al máximo al texto latino, a pesar de los errores de concordancia) es de A. Ubieto Arteta, Cartulario de San Juan de la Peña, vol. I, Valencia, 1962, n 66. El original procede del Archivo Histórico Nacional de Madrid, sección Clero, carp«. 697, n 2.


"Hecha la carta de donación por la que yo, Sancho, por la gracia de Dios rey, doy de mi tierra a tí, mi hijo Ramiro, desde Matidero hasta Vadoluengo en toda su integridad. Te doy toda la tierra para que la tengas, la hayas y la poseas por todos los siglos, excepto Loarre y Samitier, con todas sus villas, que los debe tener mi hijo Gonzalo, y Ruesta con todas sus villas y Petilla, que las debe tener mi hijo García.
En la parte de Vadoluengo, te doy Aibar y Gallipienzo, con todas sus villas, y Leache con Sabaiza y Estelava y con todas sus pertenencias, y Allo con Aztobieta y Arboniés y Burutain con sus villas y Arazuri con sus villas, Sarrigurren e Ibero con sus villas, Tabar, Olaz y Echarri con sus villas, y Amillano con sus villas, y Arbeiza con sus villas; en Berrueza, Legeria y Daroca, Baños y Soto Malo; y en Castilla, Rubena. Todo esto te lo doy en toda su integridad, tanto lo poblado como lo despoblado, con la ayuda de Dios, amén"

"Por ello, yo, Ramiro, de la prole del rey Sancho, te juro a ti, mi hermano don García, por Dios Padre omnipotente, por la santa Virgen y por los ángeles, arcángeles, los doce apóstoles, los mártires y los confesores y por todos los santos de Dios, que de esta hora en adelante no requeriré más tierra de tu parte, excepto ésta que mi padre me da y que se halla escrita arriba, y que no levantaré contra ti engaño ni desorden para quitarte tu tierra, ni en paz ni en guerra injusta, ni con moros ni con cristianos. Por el contrario, si alguno audazmente incurriese en la arrogancia de resistirse o enfrentarse contra ti, con todo mi poder lucharé contra él y seré su enemigo"

Lo curioso de esta historia es que Ramiro I faltó a su juramento. Se cree que esta situación de sentirse minusvalorado por su padre fue la que llevó a Ramiro a plantar batalla a su hermano García por el dominio del Reino que él creía que por derecho debía ser suyo. Por esto, se alió con el Emir de Zaragoza para atacar el Reino de Pamplona, en la Batalla de Tafalla. Hubo una victoria indiscutible de los pamploneses haciendo que Ramiro I de Aragón se tuviera que retirar apresuradamente del campo de batalla perdiendo incluso su caballo.


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